El 3Doodler es un bolígrafo extraño: no usa la tinta asesina que atraviesa hojas, pantalones y suelos por igual sino un tipo específico de plástico llamado ABS y PLA. Dicho plástico sale caliente del bolígrafo y al enfriarse se solidifica, lo que nos permite esculpir en el aire esos garabatos que jamás deberían salir a la luz pública.
El primer impedimento que se puede encontrar uno a la hora de usar el 3Doodler es la ausencia de una caperuza que roer; además, el bolígrafo debe estar siempre enchufado para calentar el plástico, así que los actos reflejos como morderlo o guardarlo en la oreja pueden resultar un poco peligrosos. Escribirse recordatorios en la mano tampoco parece muy recomendable porque luego se solidifican, hay que guardarlos, cuidarlos y se nos queda toda la casa inundada de palabras sueltas, lo que conlleva una sesión de limpieza que a su vez conlleva un mínimo de organización que a su vez conlleva, bueno, ser otra persona.

Podéis apoyar el proyecto en Kickstarter; como nota informativa diré que de los 30.000 dólares necesarios para su realización, en estos momentos llevan ni más ni menos que 606.639.

Fuente: nopuedocreer




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